Para que un equipo sea completo y así sea mucho más fácil poder conseguir los resultados y objetivos que se planean a principio de temporada es fundamental cumplir con la mayor cantidad de facetas en el juego.
Una de las facetas como es la identidad de juego, el tener movimientos, generar situaciones de gol, ser intensos son cosas que el equipo de Vélez ya tenía incorporada, pero uno de los motivos por lo cual el equipo perdió muchos puntos el campeonato pasado fue por no saber qué hacer cuando las cosas no salen y como aguantar un resultado sin la pelota.
En estos dos últimos partidos, el fortín demostró que sabe sufrir y cuando hay que remangarse para luchar cada pelota como si fuese la última lo puede hacer perfectamente, algo que el año pasado no le salía y cuando perdía la pelota generalmente venia el gol rival. Es fundamental para esos momentos incómodos que tienen todos los partidos donde los rivales se te vienen y no podes encontrar tu juego, que aparezcan los jugadores de jerarquía como lo hizo Fernando Gago luchando tirándose varias veces a los pies y cuando tenía la pelota asegurándola a un compañero para calmar al equipo de la vorágine del partido. Es para destacar que en un fútbol tan competitivo el equipo haya logrado enderezar con tres victorias al hilo un arranque medio dubitativo.
Los refuerzos que vinieron en este mercado de pases cada vez están más afianzados en el equipo titular y mejorando el nivel individual. Como por ejemplo Lucas Janson que convirtió su segundo gol en cinco partidos y demuestra con diagonales, velocidad, gambeta y goles que es un muy buen jugador que va a darle muchos frutos al fortín tanto en el presente como en el futuro. El equipo está evolucionando partido a partido y demuestra buenas sensaciones para poder ilusionarse con un buen campeonato peleando los primeros lugares contra los poderosos de igual a igual, en busca de posicionar al club en donde debe estar todos los años.
Por Martín Martínez
